jueves, 6 de mayo de 2010

Vivir



Más que una cuestion de dar o recibir es una cuestion de ética, de principios y valores humanos, de aquello que nos rige. La sociedad no pide más de lo que damos, pero nosotros sí podemos exigirnos más. En medida que se piensa se es evidente que si dieramos solo quello que recibimos seríamos seres vacíos, pues si hay quienes en este mundo tienen su corazón repleto de amor, hay quienes están siempre ahí, buscando herir a alguien. Es una ley social dar sin recibir, si en vez de desprecio se da cariño, se enseña una lección a quienes nos desprecian. "Cada quién da lo que hay en su corazón". El perdón por otra parte constituye otra de las grandes leyes de la vida, es casi como un pacto social: El pedir perdón y el perdonar. Quien pide perdón es la persona que está meramente convencida del daño de sus actos reflejados en su prójimo, aunque muchas veces quién pide perdón no sabe porqué lo hace, deberá de estar enteramente arrepentido considerando el dolor de a quién llamaremos "Su víctima". Mientras tanto "Su víctima", a esta que le toca el duro trabajo de perdonar, deberá de analizar la situación que se le presenta, pues la acción de perdonar implica que la persona desde lo más profundo de su ser suprima el dolor u odio que es "acción" causó y seguirá causando cada vez que la piensa. Se requiere también que aprenda a olvidar y deje de pensar en ello, para no causar incomodidad a quien pide perdón, ni incomodarse quien está perdonando. Si esta persona no está lista para perdonar, entonces no deberá de hacerlo, pues si lo hace estáría faltando a todas las leyes de la sociedad y esta de inmediato la (o) castigará eternamente con cargar el peso de esa situación que les causa odio o dolor en su corazón, mas ellos perdonaron.
Otra de las grandes leyes de la vida habla específicamente del Silencio; un Don que se nos ha otorgado para aprender a hablar con la mirada, para poder decir lo que las palabras no explican, el silencio que nos abstiene de problemas y en los más oscuros momentos nos condena, mas callar sigue siendo un don, pues teniendo la posibilidad de herir en un momento de ira, tenemos el regalo del silencio, que nos hace ver y reflexionar las cosas que diremos, pues si no es agradable lo que vamos a decir es mejor callar. Y por último pero no quiere decir que sea menos importante; La vida nos exige aprender a mostrar nuestro sentimientos, si quieres reír: ¡ríe! Aún cuando lo cataloguen como loco. La sonrisa abre puertas y llena almas, una sonrisa sincera puede siempre alegrar el día de un desconocido y en los mejores casos de aquellos seres que nos rodean y que amamos, por otro lado cuando se haya que llorar: ¡llore!, pues muchas veces estos sentimientos nos ahogan, consumen poco a poco nuestro ser y nos convierte en seres fríos de corazón. Desde otro lado está la ira, sentir ira es humano, todos la hemos sentido en nuestra vida y la vamos a seguir sintiendo, mas como humanos no podemos dejar que el enojo nos domine y ser sumisos siempre ante este sentimiento. Solo me queda decir: Ría mucho, Bese en exceso, si dice Te amo; DIGALO EN SERIO, conquiste sus miedos y no deje nunca que la tristeza le quite su felicidad. ;)

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